Hoy, Eva y Marina

NO ERES CAPAZ DE APRECIAR LO QUE TIENES HASTA QUE LO HAS PERDIDO...
Yo supongo que esta frase se me repite, porque ayer pensaba en que ya hace un més que vivo en mi casa, y no es que esté mal con mi madre, pero me dá pena pensar que me quejaba por vivir con mi abuela, y estaba como una reina.
Y esta frase, o una adaptación, se que ahora estará resonando en la cabeza de dos niñas, Eva y Marina,que se han marchado a emprender una aventura, una inglesa y otra irlandesa, y ahora las pobres estarán valorando mucho más lo que han dejado lejos...
Pensando en ellas, me pongo nostalgica y recuerdo cuando yo decidí emprender mis dos aventuras.
Reconozco que era muy joven, tenía sólo 20 años cuando decidí hacer la maleta, la gran maleta y llevar a cabo una aventura que se decidió una noche de desesperación y cansancio en un parque...
Sandra: Estoy cansada de vivir aqui Oskar, necesito un cambio, creo que me voy a ir a vivir a algun lugar con costa
Oskar: Y porque no nos vamos a Inglaterra, a aprender inglés y a vivir una aventura de verdad...
Y después de hablar mucho toda la noche...empezamos a preparar nuestro viaje, a decidir el lugar, a buscar trabajo, y a informarnos de todo en general.
Mi familia no entendia nada, me tacharon de egoista por dejar a mi madre sola, y la decisión no fué facil, recuerdo cuanto envidiaba el apoyo que tenia Oskar.
Aun así el 15 de Mayo del 2000 cogimos un avion, primero destino Londres, para coger otro destino Belfast. Recuerdo que según hacia la maleta, pensaba que aquello no iba conmigo, pero cuando baje del avion, que temblor de piernas, que miedo, que inseguridad...Que había hecho?
Llegamos a aquel pueblo de Belfast,y nada era como esperabamos. Trabajabamos 10 horas, con media hora para comer en un invernadero, cortando apios que despues llenaron mis brazos de heridas. Estabamos en un lugar muy bonito, pero con demasiada paz., y la gente no era muy agradable.A pesar de ello, había momentos en los que me sentía la persona más feliz del mundo, pero a estos, les ganaban los momentos de tristeza.
Fué una experiencia muy dura, que sólo conseguí soportar dos meses, y no un año como esperaba, y apesar de la decepción de Oskar, alli le deje, porque yo no podia soportar más esa distancia, con mi madre, mis abuelos, mis amigos, y aquel chico.
Volví,y se adueñó de mi una depresión muy fuerte, sólo fueron dos meses, pero no encontraba mi lugar en ningún sitio. Pasaron unos meses, y afortunadamente salí de aquel agujero.
Comencé a trabajar, pero se me había quedado clavada la espinita de no haberlo conseguido, a si que, decidí irme a Londres esta vez yo sola, aunque luego apareció un inesperado compañero de viaje. Mi familia siguió sin comprenderme.
Dos días antes de irme, el 12 de Octubre de 2001, me hice un esguince muy fuerte, y apesar de las recomendaciones del médico, decidí coger el avion.
Con una despedida preciosa, con pancartas incluso...
Y a Londres llegamos aquel domingo de Octubre. Teníamos reservado un hostal, el peor sitio en el que he estado en mi vida, olia a humedad, la pared de caia trozos, con literas metálizas, mantas que desprendían frío, y un espejo que reflejaba miedos.
Fue duro. Se volvio a juntar todo, mi esguince, el pie habia pasado de estar morado a estar negro, no encontrabamos trabajo porque acababa de pasar el 11 S y decian que todo estaba mas complicado. Se acababa el dinero, y mi pie empeoraba, me dijo un medico de alli que si seguia asi me tendrían que operar del ligamento, a si que, toco llamar a España con la cabeza agachada y pedir que me pagasen el viaje de vuelta.
Esta experiencia duró menos todavía, solo dos semanas, pero ahi quedan.
A pesar de ser cortas, me hicieron aprender a valorar a mi familia como se merece, a saber buscarme la vida en un país extraño, donde nadie entendía mi idioma y yo no entendía el suyo, conocí lugares preciosos, aprecié la soledad, la calma, encontré mis limites en muchos aspectos, y aprendí a valorar gestos a los que antes no daba importancia.
Imagino como se sentiran ellas ahora, lo que estarán viviendo, y en una pequeña parte me dan envidia, pero creo, que ahora que me he hecho más mayor me he hecho más cobarde.Que ironía.
Desde aqui os mando un millon de besos chicas, mucho animo y mucha fuerza, que ya vereís lo grandes que os va a hacer esto. Os estaremos esperando todos con los brazos abiertos.
Aprendereís a valorar cada cosa que tengaís de una manera muy especial, como deberíamos hacerlo todos cada día sin necesidad de perderlo.