El mes de los desencuentros

Mi version de la canción de Elena Bugedo

He debido perder el paraguas y me empapan palabras amargas,
en el mes de los desencuentros me han herido a pecho descubierto.
El dolor de cabeza, la falta de certeza, no me dan tregua.
Y me duele la lengua, de hacer preguntas, de dar respuestas.

El tren de las equivocaciones ha descarrilado dos vagones,
que vienen llenos de malas noticias y no dejan ninguna caricia.
El mes de los desencuentros deja mis brazos desiertos,
y una afonía que no me deja gritar...

Si te piensas que ahora voy a rendirme,
te recuerdo que hoy en la batalla pienso en mí.
Y aunque corren tiempos impredecibles,
te prometo que tras la tormenta seguiré aquí,
teniendo cosas que decir.

En el delta de las decepciones, un bicho raro que escribe canciones
intenta dar la vuelta a esta tortilla, y su sueño se ha vuelto pesadilla.
Extremos que no se tocan, miradas que sellan bocas,
lo que no dices, me deja cicatrices; en mi estampida no hay despedida.

Quédate allí donde pueda verte,
y cuando sientas que tiemblo aprieta la mano fuerte.
Cuida de que esta noche no coja frío,
y de que tanto reproche no me haga perder el sentido,
y prométeme que hoy dormiré...



Desde el día de nochebuena esta cancion me ha acompañado una y otra vez, yo creo que incluso he llegado a rallar el cd, representa muy bien mi estado de animo.

La noche de noche buena, no fue precisamente buena para mi, a la ausencia del abuelo, se unieron las lagrimas de mi madre, que son las que más me duelen, gracias a mi hermano, que siempre decide hacerse notar en los momentos mas oportunos.

Por otro lado mi padre, aún ando desconcertada, se separa de la mujer por la que dejo a mi madre, y a mi aunque me alegre muchisimo que eso no haya funcionado, por otra parte me da una pena...no me entiendo, no me aguanto...pero en el fondo, no quiero perder esta sensibilidad que me hace vivir todo tan a fondo. No se que pasará ni como terminaré actuando...

Por si no tuviese suficientes nudos en el estómago, Miguel decidió reaparecer esa misma noche, algo que yo jamás hubiese esperado, y que complica mi cabeza por si nu hubiese ya bastantes complicaciones.

La tarde trajo alguna lágrima más, con su dosis de confusión correspondiente. Me sentí tan mal...Quizá llegue a darme cuenta de muchas cosas y sentí la indeferencia y la frialdad muy cerquita de mi alma.
Tengo miedo, sobre todo de mi misma, jugar con fuego nunca fué facil.
Quizá nunca llegue el amor a mi vida, quizá nunca llegue un corazon con quien compartir...

Demasiado para mi.