Semana cumpleañera

Aqui estoy, escribiendo por primera vez con 26 años, mi cabeza todavía no ha asimilado muy bien que ya tengo 26, y cuando me preguntan mi edad, se me escapa...25! Supongo que con unos diítas más lograré aprenderme mi nueva edad.
Al final mi cumpleaños fué bastante mejor de lo que esperaba, como dije en un post anterior, no tenía ganas de celebrar este año, pero sin mucho planear, surgen pequeñas o grandes celebraciones.
El jueves vinieron mis primas, Noe, y la peque a tomar algo a casa, el telefono no paraba de sonar, a si que no les pude hacer tanto caso como merecían, es bonito darte cuenta de cuanta gente maravillosa te rodea.
Por la noche cena en Chueca con Adolfo,nos costó elegir restaurante, pero al final creo que los dos disfrutamos mucho de la cena. Hacía una noche increible, a si que estuvimos un ratillo en la plaza que estaba llena de vida, y luego en un bar muy acogedor, pero con una decoración un tanto extraña. Fué un día de cumpleaños muy bonito.
El viernes, no tendría nada que envidiarle al jueves, por la noche, había concierto de Marwan en Sanse, había quedado con Oskar para ir juntos,quedamos en su casa, y allí me dió mi ragalo...UNA GUITARRA!!!y una carta preciosa. Llevaba tiempo diciendome que me la regalaría, pero yo no suelo hacerle mucho caso con estas cosas, porque se le suelen olvidar. Ahora me toca aprender a tocarla, que es un poco complicado, y más sin tener ni idea, como yo, pero le he prometido poner todo mi empeño, y lo haré, no le puedo fallar.
El concierto estuvo genial, me encantó ver de nuevo a Marwan, y más en un concierto tán intimo, pero lo que más me gustó fue la visita inesperada de Marina y Elena, fué una sorpresa que me encantó. Quiero darle las gracias a las dos, y sobre todo a Elena, porque las cosas no estaban muy bien entre nosotras, aunque espero que a partir de ahora, las dos consigamos cambiar el rumbo de la situación.
El sábado tocó celebrarlo con las chicas, cenando en casa de Nines,que me hizo una tarta preciosa, que desprendía cariño por todas partes.
Y el domingo triple celebración familiar, y visita a la nueva casa de Oskar.
A parte de la guitarra, he tenido un montón de regalitos, que a veces dudo si mereceré tantas cosas, y más que cosas materiales, tanto cariño que recibo por tantas partes.
A si que nada, para no querer celebrarlo...