Y mientras en la calle esta lloviendo, una tormenta hay en mi corazon

Ahora que despierto antes que el sol, y el insomnio cada noche me abraza fuerte en la cama, lucho por acostumbrarme a esta nueva rutina, que me regala tardes enteras, llenas de minutos, y de miles de segundos libres, para mi, solo para mi, que hacía varios años que había olvidado lo que era tener una tarde libre.
Suena el maldito despertador, y mientras yo me levanto sin saber muy bien porqué, alli queda el insomnio, durmiendo con el calor de mis mantas, dejandome el unico consuelo de pensar en la hora de la siesta. Salgo de casa, y camino acompañada por el frío hacia la estación de tren, o hacia el coche, uno de los dos me arrastrará hasta mi destino, esta pequeña oficina plagada de recuerdos de algo que pudo ser y no fué.
Aún no me hago a la idea del cambio, será cuestión de tiempo, sólo se que el disponer de tiempo, me hace sentir muy libre y que no quiero darle muchas vueltas.
Siempre vueltas, pensamientos que atormentan,manos llenas de miedo, de dudas, y ojos que no se quieren abrir, no quieren ver la realidad, y buscan respuestas en frases perdidas,enigmas...
Quizá no es el mejor día para hablar de mi cambio de trabajo, hoy me deje la alegría en los bolsillos del pijama, la lluvia que días atrás me pintó una sonrisa, hoy me la borra. Es uno de esos días, en los que estás trsite sin saber porqué, o de los que no quieres saber el porqué...
A pesar de todo, robandole una frase a Quique Gónzalez diré que hoy puede ser un gran día...pero hay días más grandes todavía...