Adios Arrese

Ayer, sin esperarlo, me dijeron que mi despedida se adelantaba. Hoy es mi último día de trabajo.
A pesar de estar contenta, no puedo evitar sentir miedo por el cambio,creo que la rutina puede llegar a hacernos sentir un poco inútiles.
Se acabo esta página, terminó este libro.
Viene gente a despedirse, me llaman, me piden el telefono, el email...y a una que es un poco llorona, todo esto le emociona, es bonito ver que dejas huella por donde pasas, que dejas un buen recuerdo, y que aquellos a los que les has cogido cariño, también te lo tienen a ti.
A quien llamará ahora Rafa para golfear?, con quien tomará Sebastian el aperitivo de los viernes? Quien será ahora la friolera preferida de Jesús?y la calamar de Jose?y Tito, a quien le dará ahora ánimos los lunes? y Hugo espero que no le ofrezca a nadie más viajes a San Sebastián.
Me los llevo a todos ellos en mi "agenda", y por supuesto en mi corazón, sin olvidarme de mis compis, por lo menos de alguno de ellos, que otros en estos casi dos años, no me lo han puesto muy facil.
LLevaba unos meses deseando irme, pero llega el momento, y no se si es el miedo, la nostalgia o que, pero me cuesta darle final a esta etapa, además, es una pena que haya sido justo en esta ultima semana cuando aquel chico de la empresa de al lado, que me parecía tan interesante se haya decidido a ampliar nuestra pequeño hola y adios, para dar paso a alguna que otra conversación.Pero en fin, la vida es así, y ya es hora de darle un giro a mi vida laboral. Sunpongo que luego, entre abrazos se escapará alguna lagrima.
Veremos a ver que tal el cambio, de momento ando ilusionada.