Allá donde estes...

Como duele sentir tu ausencia, sentir que tu risa, ya sólo es un recuerdo perdido entre las hojas que cubren el suelo de otoño.
Que difícil sentir que esto es real, que ya no estas, que nadie me va a devolver tus historias eternas, llenas de vida, y que cuando vuelva a casa, el sillón azul que vigila la ventana, lo ocupará tu ausencia.
Te busco en cada instante, y el vacío se hace grande.
Necesito tu mano para caminar sin perderme, necesito saber que esto ha sido un pesadilla de 9 meses, y que cuando abra los ojos, estarás a mi lado protegiéndome como siempre.
Sin el calor de tu abrazo no consigo ser yo, y cada día busco en tu manta calor que ya se marchó , busco en el espejo a la niña que me ayudaste a ser, pero también desapareció con tu luz.
Se me clava la despedida en el alma, como aquel frío pasillo de hospital, me queda un te quiero pendiente, y besarte el alma una vez mas.
Vuelve pronto por favor…


19 de Octubre de 2004

No logro resignarme a tu ausencia, por más días que pasen, yo no me hago a la idea. No quiero hablar de ti en pasado…
Quiero seguir mirando tus ojitos para poder asomarme al cielo infinito, necesito las cosquillas que provocan mi sonrisa, y necesito la esperanza de tu mano junto a la mía.
No te marches por favor, me prometiste cien años, si te vas, te llevas mis sueños, si te vas muero de miedo.
Menos mal que te encerré bien fuerte en mi corazón antes de que marchases, menos mal que una y mil veces te pedí la eternidad, te llene de besos y risas y mi mano nunca te faltó para caminar.
Me guardo muy dentro tu forma de hacerme de rabiar, y se que allá donde estés no te olvidarás de mi.
Por todo lo que compartimos…